Baúl de cronopios

Agatha Christie y su manera de resolver crímenes

El caballo pálido es la novela que le permitió a la autora inglesa resolver crímenes reales y salvar vidas, sin la intención de hacerlo. En la historia el asesino usa sulfato de talio, un veneno, y es atrapado eventualmente. Lo mismo ocurrió en la vida real en tres ocasiones.

El primer caso, una mujer latinoamericana leyó el libro en 1975 y reconoció que una amiga experimentaba los mismos síntomas. Ella alertó a las autoridades y se confirmó que el esposo estaba tratando de asesinarla a cuentagotas. El segundo caso involucró a una enfermera inglesa al cuidado de una niña enferma de Qatar, quien solo empeoraba. Durante ese tiempo, la mujer leyó El caballo pálido y notó la coincidencia de que la niña también perdía el pelo como en la novela. El Talio era un pesticida común en el Medio Este asiático y haber leído la novela salvó a la niña.

Y finalmente, el tercer caso ocurrió en 1971 en el contexto de una enfermedad misteriosa que arrasó con la ciudad de Bovingdon. Un doctor terminó El caballo pálido y concluyó que no existía tal enfermedad, sino un asesino en serie suelto, que poco tiempo después fue atrapado.

Por Richard Rivera Cardona